Resumen
En este ensayo la propuesta es explorar la noción de discapacidad y su relación con la colonialidad y el racismo. La relación se construirá a partir del supuesto del desarrollo de la hegemonía expresada en las práctica sociales.
La pregunta que orienta el escrito es ¿la práctica de nominación y los modos de relacionarse con la discapacidad pueden ser interpretados como prácticas racistas?
Son conocidos los análisis y descripciones sobre la discapacidad desde enfoques que, con algunas variables en su denominación realizan un recorrido que van desde posiciones “médico/homogenizante” a “social / diversidad”. (Aznar y Castañon, 2008; Masuero y Sempertegui, 2010) En ese recorrido la persona con discapacidad pasa de ser entendida como un “anormal a corregir” para ser pensada como una persona con “diversidad funcional”. Este ensayo no pretende hacer una una historización de los modos de tratar la diversidad, por eso solo se señalará al respecto dos cuestiones: La primera es que la mirada de modelos o de paradigmas suele ser entendida como un proceso de etapas o sucesión de estadios y no como una confrontación ideológica continua. Es decir que lo que suele denominarse el modelo médico no ha desaparecido, continúa teniendo efectos en las prácticas institucionales (aunque se pueda decir que está perdiendo la batalla en el plano teórico).
La segunda cuestión, derivada de la anterior, es que las prácticas institucionales no son isomórficas con las elaboraciones teóricas y las discursos de vanguardia sobre la discapacidad. Es decir que no hay una relación de emparentamiento total entre lo que se dice y lo que se hace. Desde esa posición se defiende la idea de este ensayo en tanto las prácticas institucionales que desarrollamos pueden ser interpretadas como formas de racialización o de des reconocimiento de humanidad para con las personas con discapacidad. Esto es lo que podríamos denominar reconocimiento en los ámbitos de producción teórica y ninguneo en las prácticas.
PALABRAS CLAVE: SABER PRÁCTICO, RACISMO, DISCAPACIDAD.
Racismo y discapacidad, una lectura desde las prácticas sociales.
1. LA FORMA DE VINCULARSE CON LA DISCAPACIDAD SE APRENDE EN LA PRÁCTICA.
En este trabajo se ensayan algunas ideas que no pretenden ser la totalidad o las más importantes dentro del campo, pero sí se considera que tienen mucho que aportar para construir hipótesis explicativas sobre lo que sucede en la cotidianeidad escolar y para poder pensar la continuidad de las prácticas sin quedarnos solamente con la hipótesis de la grámática escolar o culturas escolares (Tyack, D. y Cuban L 2001). 1
Las prácticas escolares son prácticas de gobierno o institucionales y son entendidas como prácticas sociales. La teoría de la práctica permite captar la dialéctica entre sujeto y sociedad. Superando lo observable de las acciones, permite incorporar en el análisis elementos objetivos y subjetivos.
La sociología de Bourdieu demuestra que durante mucho tiempo el campo de la ciencia social discutió alrededor de una falsa dicotomía entre estructura y sujeto. El análisis propuesto por Bourdieu reconoce que lo social tiene una doble existencia: las estructuras objetivas y la incorporación histórica de dichas estructuras en los sujetos. La relevancia de conceptualizar la prácticas instiucionales como una práctica social implica que el abordaje no se circunscribe a la individualidad de quién ocupa el cargo. Se entiende, por el contrario, que la función que desarrolla se encuentra dentro de una categoría social y que, por lo tanto sus prácticas profesionales tendrán elementos comunes a las de otros colegas.
Siguiendo a Davini (2005) es posible afirmar que los aspectos que no son objeto de la formación tienden a ser resueltos de acuerdo a supuestos personales. Esto nos abre un interrogante acerca de la relación que algunos docentes suelen manifestar respecto de la discapacidad y las personas que son señaladas como discapacitado: “yo no me formé para esto”, “no se´que hacer con un “integrado” en el aula”. El alejamiento entre la teoría y la práctica mencionado arriba se hace evidente en estas afirmaciones y se puede pensar que cuando la formación no impacta sobre los esquemas de interpretación del mundo se ponen en acción, en las prácticas, las concepciones hegemónicas sociohistóricamente construidas. La cuestión de la formación es un tema en si mismo y quedará para otro trabajo pensar si es deseable una formación específica para trabajar con la discapacidad y en caso afirmativo analizar allí de que modo se ponen en cuestión o se afirmaría la hegemonía de la normalidad (Villa Rojas: 2017)
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http://www.cienciared.com.ar/ra/usr/3/526/holog32_v1_pp149_162.pdf
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